Aquellos de ustedes que han venido a estudiar a Estados Unidos, ¿tenían sus finanzas bien ordenadas de antemano? Si lo hiciste, es hora de agradecer genuinamente a quienes lo hicieron posible, incluso si no son tus familiares más cercanos. Aquí, me gustaría compartir algunos consejos prácticos para ahorrar dinero para estudiantes provenientes de entornos humildes que se abren camino en la vida en los Estados Unidos.

Mi origen familiar
Vengo de una familia con poca educación; mi madre no sabía leer ni escribir y apenas reconocía su propio nombre. Mi padre sólo había completado el tercer grado de la escuela primaria. Al crecer en condiciones difíciles, recuerdo vívidamente los días en que mi madre y yo estábamos afuera de las casas de las familias más ricas, esperando un poco de sus sobras de comida para alimentar a mis tres hermanos menores en casa.

Desde muy joven me preocupó que nuestras luchas pudieran continuar durante generaciones. Cuando tenía cinco o seis años, decidí estudiar mucho y cambiar el difícil destino de mi familia. Hace unos treinta años, mis padres lograron reunir el dinero suficiente para comprarme un billete de ida a Estados Unidos. Las lágrimas brotaron cuando me despedí de ellos en el aeropuerto, cruzando el Pacífico hacia un país que me parecía completamente extraño. Desde el principio estuve pensando en cómo podría gestionar mis estudios y ahorrar dinero al mismo tiempo.

Cómo manejé mis gastos de manutención mientras estudiaba en los EE. UU.
Mi visa de estudiante me permitía trabajar un máximo de 20 horas por semana, de acuerdo con las reglas del Oficina de Inmigración de EE. UU.. Vi a algunos de mis compañeros trabajar en la cafetería de la escuela, recibir comidas gratis antes de sus turnos y llevarse a casa las sobras y la fruta. Desearía poder hacer lo mismo y reducir mis costos de comida.

Encontrar un lugar asequible para quedarse puede ser un desafío, pero a veces se presentan oportunidades interesantes. En mi caso, fue sorprendentemente sencillo descubrir a un propietario chino que convirtió una pequeña casa de tres dormitorios y dos baños en un dormitorio improvisado para siete estudiantes chinos. Este acuerdo alivió significativamente la carga del alquiler para un estudiante con problemas económicos como yo.

Resiliencia forjada en las dificultades: un viaje personal
Durante una visita a un conocido campus universitario en Tianjin, China, con el Director de Admisiones Internacionales de una universidad estadounidense, compartí mi historia con estudiantes que querían estudiar en los EE. UU. Cuando un estudiante me preguntó cómo logré sobrevivir esos años difíciles. , me trajo recuerdos vívidos de las luchas y el trabajo duro.

Pero esos días desafiantes en los EE. UU. también sirvieron como fuente de motivación durante los momentos difíciles de mi vida. Agradezco aquellas experiencias que me endurecieron, aunque sentí que estaba pasando por una especie de purgatorio. Aprecio los tiempos difíciles de mi infancia, la combinación de trabajo y estudio, y el viaje único de estudiar en el extranjero. Cada obstáculo se convirtió en un trampolín para mi progreso. Después de dejar la universidad, comencé una exitosa carrera como emprendedor.

Mi consejo 
Siempre acepto cada giro y vuelta, sabiendo que el próximo éxito está a la vuelta de la esquina. Finalmente, para aquellos de ustedes que quieran estudiar en el extranjero o iniciar un negocio, recuerden siempre: "Todo se puede resolver". Con determinación y perseverancia, todos los problemas se pueden resolver.


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